Vengo de Valladolid y siempre he estado rodeada de personas muy artísticas. Mi madre cocina, arregla muebles, hace crochet y mil cosas más; mi padre toca la guitarra, canta y escribe, mi hermana baila, mi tía pinta… Un mega mix, vaya. Yo probé un poco de todo, pero mis favs siempre fueron el Paint, los rotus y las letras.

En el instituto, como millenial de bien, leí Crepúsculo y me empecé a meter de lleno en el universo fandom. Descubrí los foros, donde veía fan art divino y decía, “tía, yo quiero hacer eso”. Tocando botones, creé mi primer gráfico a los 15 y tenía que ver con Forks siendo un sitio muy verde. Era espantoso, pero chica, lo había hecho yo y eso ya era 💯

Seguí aprendiendo cosas por mi cuenta mientras estudiaba filología inglesa y un máster en profesorado, porque me habían dicho que con el diseño no iba a tener para vivir. Empecé a dar clase, pero seguí diseñando para mí, sin dejar de creer que a lo mejor sí que podía llegar a algo.

Cuando llegó la pandemia, llegó también el momento que te da LA revelación. Con el trabajo en pausa y con mucho tiempo entre manos, hice un master de diseño gráfico, web y marketing digital para oficializar lo que ya sabía y aprender todavía más. Descubrí el branding y aquí estamos.

En 2021, comencé este proyecto para ayudar las personas que se mueren por trabajar de lo que les gusta a presentar sus proyectos al mundo con una imagen limpia y profesional, porque si yo he podido vivir de lo mío, alguien que lo quiera igual de fuerte, también.